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La fascinante historia del Polo.

La fascinante historia del Polo.

El polo, un deporte elegante y apasionante, tiene una historia que se remonta a más de dos mil años atrás. Originario de Asia Central, se cree que fue jugado por primera vez por los guerreros nómadas de la región, quienes lo llamaron chovgan. Este juego, que involucraba llevar una pequeña pelota de madera hacia la portería del rival montados a caballo, tenía como propósito entrenar a los jinetes de las unidades de caballería.

Con el tiempo, el polo se expandió hacia el oeste, llegando a Constantinopla y al este, alcanzando el Tíbet, China y Japón, así como al sur, llegando a Pakistán e India. Fue en Persia donde el polo adquirió un carácter noble, siendo practicado por la clase alta y la familia real, convirtiéndose en un deporte asociado con la nobleza y la realeza.

El polo eventualmente llegó a Europa, gracias a la influencia de los británicos en la India, quienes aprendieron el deporte y lo llevaron a su país. En 1869 se celebró el primer encuentro de polo en Hounslow Heath, Inglaterra, marcando así el comienzo de su popularidad en el mundo occidental.

En Argentina, los colonos británicos introdujeron el polo en las vastas pampas del país durante el siglo XIX. Rápidamente se extendió entre los hábiles gauchos y se fundaron varios clubes de polo en todo el país. Hoy en día, Argentina es reconocida mundialmente como la capital del polo y cuenta con algunos de los mejores jugadores y equipos del mundo.

En los Estados Unidos, el polo tuvo un comienzo algo disputado, con registros que sugieren que el primer partido pudo haberse jugado en Texas antes que en Nueva York. Sin embargo, a finales del siglo XIX, el deporte ganó popularidad, especialmente bajo el liderazgo de figuras como Harry Payne Whitney, quien introdujo un estilo de juego más rápido y agresivo.

El polo también ha encontrado su lugar en otras regiones del mundo, como Asia oriental y sudoriental, donde países como Malasia, Singapur e Indonesia han adoptado el deporte con entusiasmo. En Asia occidental, el polo ha ganado terreno en países como Irán y los Emiratos Árabes Unidos, donde se han establecido varios clubes y se practica regularmente.

En resumen, el polo es mucho más que un simple deporte; es una tradición arraigada en la historia de diversas culturas alrededor del mundo. Su elegancia, emoción y legado perduran hasta nuestros días, haciendo del polo un deporte verdaderamente fascinante y universal.

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